EL DISEÑO Y LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA

En los tiempos que corren, muchas empresas se han tenido que reinventar para poder sobrevivir y entrar en la recuperación económica. En este artículo hablaremos como el diseño también puede tener importancia.

La crisis del coronavirus ha sido una crisis no tan solo sanitaria o humanitaria sino también una crisis económica. Todos los sectores, incluido el industrial y asimismo el de diseño,  se han visto afectados por la disminución de trabajo y /o el cierre de muchos negocios. Así que para resistir, muchos han tenido que reorientar sus negocios.

En el campo del diseño industrial y el sector textil, las empresas se han volcado a crear nuevos productos para paliar la crisis del coronavirus; como respiradores artificiales portátiles, viseras de protección facial, mascarillas, batas…en Designplast  hemos desarrollado un producto de protección colectiva, un abridor de puertas anticovid-19.

Este abridor de puertas es ideal para evitar el contagio de coronavirus, es un producto diseñado exclusivamente para los meses postcoronavirus en que todo el mundo se tendrá que proteger.

Muchas de las empresas se habrán reinventado solo para estos meses pero habrá otras que seguirán con su anterior negocio cuando todo pase.

PERO, ¿CÓMO SERÁ LA “NUEVA NORMALIDAD” PARA LAS EMPRESAS?

Además de todos los métodos de protección que se tendrán que tomar para evitar los contagios de coronavirus, se tomarán medidas a nivel de estrategia de negocio. Muchas empresas han pospuesto nuevos desarrollos de producto debido a la crisis del coronavirus a principios de año. Pero a partir de ahora las empresas empezarán a invertir en nuevos diseños de productos y en I+D, porque en un mundo que hasta ahora ha estado “dormido” y en el que muchas empresas han caído o han sufrido un descenso de su producción, el primero que lance alguna innovación y que se desmarque de la competencia, será el caballo ganador.

La sociedad ha cambiado, sabemos que es hacer teletrabajo, no acercarnos a las personas, ir por la calle con mascarilla… todo esto después de la pandemia del coronavirus. Pero también ha hecho una sociedad mucho más humanizada que ha visto que se tiene que ayudar a los productores locales, a la tiendas del barrio  y en definitiva a los suyos. Así que en un mundo tan globalizado donde todas las empresas fabrican en China, muchas se han dado cuenta que la fabricación de proximidad importa. Porque la producción local tiene un plus de calidad, resolución rápida de problemas, inmediatez, una reducción de emisiones de CO2 y la riqueza se queda en el país.

De todos modos, la globalización no ha llegado a su fin. Según Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), Europa seguirá dependiendo en el futuro de las relaciones comerciales no europeas, sobre todo por los materiales escasos que son esenciales para las tecnologías futuras.

Así que puede que esta crisis acabe equilibriando la globalización y empezamos una recuperación económica que será lenta pero más local.